
Malos hábitos en la conducción que debemos evitar
Desde este blog siempre hemos abogado por una conducción responsable que evite los accidentes y sus lamentables consecuencias. Un despiste, un exceso de confianza, el creerse un profesional de la carretera nos puede hacer cometer fallos al volante irreparables.
Por eso vamos a enumerar una serie de malos hábitos en el manejo de lo los vehículos que debemos evitar para no poner en peligro al resto de conductores y a nosotros mismos. Así que nos ponemos el cinturón de seguridad y soslayamos lo que viene a continuación.
Malos hábitos a evitar
- No respetar las señales de circulación: o incluso rozar el límite de ellas, por ejemplo, pasar en ámbar el semáforo (para metros después parar en rojo y bloquear un cruce), no hacer el stop en una intersección que nosotros “decidimos” que sea un “ceda el paso”.
- No usar los intermitentes: a veces tiene que ver con la cultura de la seguridad vial, porque hay zonas geográficas donde prácticamente no se usan. Recordamos que es la forma de comunicación con el resto de usuarios de las vías como conductores, motoristas, ciclistas y peatones. Utilízalos tanto en carretera como en ciudad.
- No utilizar los espejos retrovisores: Es un elemento fundamental para una circulación segura. No gires el cuello, que además de prohibido te puede dar un tirón.
- Conducir con neumáticos gastados o sin la presión adecuada: la dejadez hace que cojamos el coche con los neumáticos en mal estado. Usar los neumáticos de manera correcta te evitará muchos sustos en la carretera.
- Fumar dentro del coche: además de malo para la salud nos puede hacer despistarnos y provocar un accidente, y si, pese a todo, fumas, no tires la colilla por la ventanilla ya que podemos ocasionar terribles incendios.
- No respetar la distancia de seguridad: lo hacemos porque creemos que contralamos la velocidad y los imprevistos, pero no es así. A veces lo realizamos para amedrentar al conductor delantero que nos ha hecho alguna pirula, contrólate y no te enfades, saldrás ganando.
- No apures con la reserva: nos confiamos en que llegamos a la gasolinera, pero alguna vez no es así y el coche se detiene en el lugar menos oportuno, además el vehículo puede sufrir por llenarse el motor de sedimentos.
- Circular por el carril de adelantamiento: lo hace el 40% de los conductores y la consecuencia de ello es que la circulación se ralentiza, e incluso provoca que nos adelanten por la derecha con el peligro que eso conlleva.
- Conducir cansado o bajo efectos de sustancias: a veces tomamos el coche con un elocuente cansancio o bajo los efectos de medicamentos, alcohol u otras sustancias. Eso hace que los reflejos disminuyan y la visión empeore, incluso si llegas dormirte el accidente será inevitable.
- Pasar de las inclemencias climatológicas: no tener en cuenta los avisos de nevadas (recuerda llevar siempre un juego de cadenas de nieve), fuertes lluvias y rachas de viento repercute en la seguridad de la circulación. Haz caso de los avisos de los diferentes organismos y todos estaremos más seguros.
- Tener una mala postura cuando conduces: esa manera desgarbada de conducir con una mano, recostado sobre el asiento, puede ser fatal, así que utiliza una postura donde vayas cómodo y atento, con las dos manos al volante.
- Ojo con la rutina por esa carretera que transitas a diario: ten en cuenta que de repente puede haber cambiado algo, una señal, una obra, un cambio de dirección. No te confíes.
- Uso inapropiado del móvil: En un anterior post ya hablamos de las apps para coches e hicimos hincapié en ese sentido.
- Y por último, deja la agresividad al volante en casa: nos transformamos a veces en conductores que ni nosotros mismos nos reconocemos y eso es malo para una circulación segura. Paciencia y tranquilidad que como se decía hace años “lo importante es llegar“.
Esperamos que estos consejos os puedan ayudar a corregir esos incorrectos hábitos al volante, el que los tenga. ¡Buen viaje!