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Viajar con seguridad en coche este invierno

Consejos

Viajar con seguridad en coche este invierno

Una gran cantidad de personas cogemos el coche en invierno, una época en la que las inclemencias meteorológicas (viento, lluvia, niebla, granizo, nieve y hielo) están presentes en las carreteras. Y no digamos nada de esa escasa luz solar de la que disponemos en estos días, los más cortos del año donde a las seis de la tarde ya es de noche y, por tanto, la visibilidad disminuye considerablemente. Así que, amigo conductor, precaución, hay que llegar en condiciones al hogar.

Pero, ¿cómo debemos conducir en estas circunstancias no tan favorables para utilizar un vehículo?

Por supuesto, antes de iniciar el viaje debemos de revisar el coche y ser conscientes que durante la época invernal lo tenemos que tener a punto, incluso para viajar con posibles temporales que nos puedan sorprender. Así que ya estamos mirando niveles de líquidos de frenos, de la dirección, aceite, alumbrado, escobillas… y sin olvidarnos de que los neumáticos dispongan de una agarre suficiente en condiciones adversas.

Y antes de salir de viaje, con el deposito lleno, debemos consultar el estado de las carreteras para saber a qué atenernos y no olvidarnos de ropa de abrigo.

Cómo conducir…

Sobre el peligroso manto blanco de nievo y hielo

Lo primero que debemos hacer es viajar en el maletero con unas cadenas de nieve, ya sean metálicas, textiles o hibridas. Consulta el artículo que escribimos hace unos días sobre ello (enlace a elegir cadenas).

Si la nieve aparece de repente, disminuye la velocidad, aumenta la distancia de seguridad, frena solamente si es necesario de manera suave, aprovecha las rodadas que dejan los otros vehículos y en cuanto puedas detente para colocar las cadenas de nieve.

En caso de que la nevada sea intensa y no puedas avanzar, espera en el coche con el motor apagado a que los equipos de rescate despejen la carretera. Si la espera se dilata, procura mantener la temperatura del interior del vehículo arrancando el vehículo y conectando la calefacción periódicamente. Llevar una manta en el coche durante el invierno puede ser muy útil para estos casos.

Bajo la lluvia

En esta época del año puede que nos toque conducir con gran cantidad de lluvia y con fuertes aguaceros. Si esto es así, deberemos circular a una menor velocidad. El riesgo de aquaplaning (pérdida gradual de contacto entre el neumático y la superficie de la calzada) aumenta, para solventar este imprevisto deberemos levantar muy suavemente el pie del acelerador y agarrar con fuerza el volante, eso sí, nunca frenar.

Si topamos con zonas inundadas tendremos que ir en primera, con lentitud, para evitar que el motor se moje y se pare. Atención, si el agua nos sobrepasa las rodillas deberemos abandonar el coche. Lo importante somos nosotros, las personas.

Por último, en caso de una gran tormenta que nos obliga a parar debemos hacerlo fuera de la carretera, a poder ser en un lugar elevado, con las luces puestas, y nunca detener el vehículo en rampas o pasos de agua.

Azotados por el viento

Si el viento hace su aparición con fuerte protagonismo deberemos bajar la velocidad del vehículo y sujetar fuertemente el volante, sobre todo si estamos adelantando a un camión o autobús, y si vamos con el motor revolucionado, mejor.

Con la inquietante niebla

Lo primero no frenaremos de golpe (muchos de los accidentes en la niebla se producen por esta causa), después encenderemos las luces antiniebla, aumentaremos la distancia de seguridad y no perderemos de vista a las líneas de la carretera.

Esperemos que con estos consejos afrontes el invierno con tranquilidad y con un buen espíritu.

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